19 de enero de 2009 | By: Edy Salazar U.

Mensaje de bienvenida

Bienvenidos estimados amigos, visitantes virtuales a este pequeño espacio católico destinado a conmemorar el primer centenario de la llegada de la imagen de la Santísima Virgen de la Merced a la vida de la familia Idrugo Ahumada iniciándose así, un camino de amor y devoción mercedaria en la ciudad de Cajamarca–Perú.

Queremos compartir con Uds. amigos cibernautas nuestra devoción mariana honrando a María Nuestra madre bajo el nombre de la Merced compartiendo nuestras oraciones y recibiendo algunas que quieran enviarnos, para enriquecer nuestro blog e invitándolos a unirse a nosotros con sus oraciones y rezando el santo rosario por la paz en el mundo, para cesen las guerras fratricidas y Dios Todopoderoso ilumine nuestro camino.

Muchas bendiciones para Uds. hermanos en Cristo y en nuestra Santísima Madre Virgen de la Merced.

LA HISTORIA:

Se inicio hace cien años según relatan los hijos de los fundadores de esta devoción, hace cien años que tiernas oraciones y hermosas flores adornan el pequeño altar donde reina la Virgen María que con el tiempo se fue enriqueciendo y aumentando los devotos que han recibido la protección de esta gran Señora con hechos palpables y que han llenado el corazón de gratitud a sus fieles seguidores.

La pequeña Luisa Idrugo Ahumada inspirada por amor a la Virgen de la Merced creció venerándola, creciendo en virtud y generosidad para con sus semejantes años más tarde unió su vida a la de Emiliano Quiroz Jave con quien formo su hogar y de el que nacieron cuatro hijos: María Teresa, Alindor, Dolores, María Orfelinda quienes crecieron bajo la protección y amparo de la Virgen de Mercedes.
Los esposos Emiliano Quiroz y Luisa Idrugo han partido ya para encontrarse con el Señor y habitan en su reino, sus hijos continúan su fe y devoción, trasmitiéndola a sus hijos, nietos y bisnietos que llegan a la vida engrosando las filas de los devotos, multiplicándose con los vecinos, amigos y conocidos, en la nueve noches de novena que cada año se reza en su hogar como si el tiempo no hubiera pasado.