22 de septiembre de 2009 | By: Edy Salazar U.

Día segundo




ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DIAS



Dulcísima siempre Virgen María de la Merced benignísima Madre de Dios, estrella resplandeciente del mar, Luna hermosa sin las menguantes de la culpa, escogida como el sol, oye, Señora, nuestros ruegos, tú que benigna atendiste desde los cielos a los tristes lamentos de los miserables cautivos que gemían sin consuelo en la dura opresión de los moros, rompiendo los grillos y cadenas que los aprisionaban, por medio de la religión de redentores.
Por este profundo ardor de tu caridad, por esas sacratísimas entrañas en que se encarno el hijo de Dios para nuestro remedio, te pedimos, dulcísima María, rompas las cadenas de nuestras culpas para que libres de ellas merezcamos conseguir lo que pedimos en esta novena AMÉN.

Ahora se rezan tres padres padrenuestros y avemarías gloriadas en reverencia de lo que padeció la Señora cuando vio expirar a su Santísimo Hijo y se consumó la redención del género humano.

ENCENDAMOS UNA VELA BLANCA POR LA PAZ DEL MUNDO,

1 comentarios:

Anónimo dijo...

es muy bueno su blog soy un devoto más de los miles que estan por el mundo