23 de agosto de 2012 | By: Edy Salazar U.

Rosa de Lima flor de santidad


En el nombre del Padre ,del Hijo y del Espíritu Santo.
Oración inicial
(Todos los días)
Santa Rosa de Lima, amada santa de mi alma, tú me has inspirado una confianza segurísima en que por tu poderosa intercesión me veré librado de los males que me afligen y salvado del abismo insondable de mis miserias. Conozco cuán indigno soy de presentarme ante ti, purísima criatura, yo que soy el más miserable y pecador de los hombres, pero es justamente la constante bondad y misericordia que tuviste para con los más necesitados la que me mueve a refugiarme en ti y en tu poderosa intercesión. Sé que no seré defraudado, sea yo siempre tu devoto predilecto. Amén.


2. Santificado sea tu Nombre
Rosa prefería morir antes que ver el santo Nombre de Dios ultrajado. Cuando llegaron noticias de la invasión de un pirata holandés a la ciudad de Lima (lo cual traería consigo grandes disturbios, robos y sacrilegios en los Templos) Rosa no dudó en correr hacia la Basílica de santo Domingo, su lugar de oración y aguardar la oportunidad de defender y ofrecer su vida en martirio antes que profanasen a Jesús Sacramentado. La gente quedó admirada al ver como esta humilde doncella se transformaba en valiente guerrera y arengaba a todos a ofrecer su vida en defensa del Santísimo Sacramento. Estas fueron sus palabras en la Basílica, al esperar el ataque de los enemigos de la fe. “Aquí pondré mi cuerpo para que lo hagan pedazos y se detengan en hacer las injurias que temo ¡ay de mí! Mi dulce Jesús”. Sin embargo no dejó de rogar para que Dios librase de este peligro a su amada ciudad, como ocurrió efectivamente. Por eso sus imágenes también la presentan con un ancla en la mano.
Pidamos a Rosa, que aumente en nuestra vida el deseo de la gloria de Dios.
10 avemarías gloriadas…


3. Venga a nosotros tu Reino
Rosa anhelaba profundamente salir como misionera a anunciar a su Esposo en las tierras de misión. Pero en su época esto aún no se daba. Rogaba por ello, hacía constante penitencia y suplicaba al Señor por el éxito de los predicadores en el mundo entero. “Oh, quien fuese varón - decía- para poder ir a las regiones más peligrosas a anunciar el Evangelio”
Pidamos a Rosa que nos haga incesantes en la súplica por extensión del Reino de Dios en el mundo, por todos los evangelizadores y por nosotros, para que no tengamos miedo de anunciar a Cristo entre los que nos rodean
10 avemarías gloriadas…

4. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
No fue fácil para nuestra Santa hacer la voluntad de Dios. Ella sentía que Dios la llamaba toda para sí pero su familia buscaba casarla. De hecho, muchos mozos de la aristocracia limeña deseaban tenerla por esposa, pero ella se mantuvo firme en su deseo de ser toda para Dios. Esto le supuso vencer una y mil dificultades, persecuciones y malos tratos dentro de su familia, incomprensiones incluso de los sacerdotes con los que se dirigía, incluso gente extraña que la tildara de ilusa. Sólo con el paso de los años y la gente se dio cuenta de la singular elección que el altísimo había hecho para con esta doncella y con ello la fama de su santidad se extendió rápidamente en Lima y luego en todo el mundo.
Pidamos a Rosa la humildad para reconocer que nuestra felicidad consiste en poner nuestras miras en hacer la voluntad divina.
10 avemarías gloriadas…

5. Danos hoy nuestro pan de cada día
Ya hemos observado el gran amor de nuestra Santa por el Santísimo Sacramento y cómo Jesús correspondía a esta delicadeza socorriéndola en lo material y espiritual en todo momento. Le fue permitida la Comunión frecuente, la cual para ella era consuelo y sustento. En una ocasión en que se encontraba con una gran debilidad física debida a su prolongado ayuno Dios le procuró alivio a su necesidad. Su madre, al encontrarla muy cansada le dijo:- Hija ¿qué tienes?- Nada madre, contestó Rosa- Voy a prepararte una taza de chocolate pues estás muy débil.- No se preocupe madre, Dios ya dispuso el alivio y no deseo que haga ese gasto, contestó la santa- Por Dios hija mía, no has tenido tiempo de pedir ayuda a nadie ¿cómo quieres que te ayude Dios? Al instante suena la puerta de su casa, era un criado de don Gonzalo de La Maza, cuya familia era amiga de la de Rosa… Maravillada, la madre le pregunta:- ¿Cómo supiste de esto?'Respondió Rosa: yo le pedí a mi ángel guardián que mueva a la familia de la Maza para que envíen el remedio y le alivien el gasto que deseaba hacer... Demás está decir que quedó enteramente restablecida…
Pidamos a Rosa que aumente nuestra hambre de Dios por la lectura asidua del Evangelio y la recepción continua del Santísimo Sacramento.
10 avemarías gloriadas…
 Oración final
(Para todos los días)
Gloriosísima patrona y abogada nuestra, Rosa de Santa María, Purísima flor de santidad e inocencia, esposa amantísima de Jesús. Por aquel incendio de divino amor que abrasó tu corazón para con tu soberano Esposo, y por el celo ardentísimo por la salvación de las almas, por el amor a tu pueblo y a tu patria. Te pido humildemente nos concedas abundantes bendiciones, y de manera especial la gracia que te pido... (pídase), si es a mayor gloria tuya y bien de nuestras almas. Amén

Jaculatorias
Jesús, Jesús sea conmigo....
¡Gracias a Dios!
Alabado sea el Santísimo Sacramento.
Amemos mucho a Dios,