Visita al Santísimo Sacramento

ORACIÓN AL VISITAR EL SANTÍSIMO

Amado Señor Jesús, te adoro con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas. Me arrodillo ante ti porque creo que estas presente en la Hostia consagrada

Te reconozco como mi único Señor y Salvador.Vengo a hablarte de mis penas y necesidades.Ayúdame Jesús así como en tu vida terrenal lo hiciste con tantos que acudieron a ti. Tú conoces las penas que me embargan !Te pido que tengas piedad de mi!.Aleja las angustias que me mantienen en zozobra. Extiende tus manos y calma las tempestades de mi espíritu. Indigno soy de pedírtelo, Señor, pero a quien puedo ir ¿solo tú eres mi esperanza y por grande sea mi pecado mayor es tu misericordia ,no me rechaces Señor mío Te pido que………,(lo que se desee pedir)Oh Buen Pastor nuevamente con tu infinita bondad quiero ser fiel a ti Maestro porque soy débil y caigo una y otra vez. Olvida mis pecados y arranca de mí la semilla del mal.

Rompe las cadenas que atan esta alma que te pertenece, que tu redimiste, y que te costo el sacrificio de tu vida y de tu sangre

Me voy pastor y amigo de mi alma. Pero antes dame tu bendición que tu presencia permanezca en mi corazón y te ame cada día más adiós Jesús .Amén

(si esta oración llego a tu corazón, difúndelo)

Frutos de la Eucaristía

· Al recibir la Eucaristía, nos adherimos intimamente con Cristo Jesús, 

·   La comunión nos separa del pecado, es este el gran misterio de la redención, pues su Cuerpo y su Sangre son derramados por el perdón de los pecados.

·   La Eucaristía fortalece la caridad, que en la vida cotidiana tiende a debilitarse; y esta caridad vivificada borra los pecados veniales.

·  La Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales, pues cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper nuestro vínculo de amor con Él.

·  La Eucaristía es el Sacramento de la unidad, pues quienes reciben el Cuerpo de Cristo se unen entre sí en un solo cuerpo: La Iglesia. 

La comunión renueva, fortifica, profundiza esta incorporación a la Iglesia realizada ya por el Bautismo.

· La Eucaristía nos compromete a favor de los pobres; pues el recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo que son la Caridad misma nos hace caritativos.